Hiperfosfatemia asociada a la enfermedad renal crónica (ERC).

La pérdida progresiva de la función renal conduce a la aparición de elevados niveles de fósforo en sangre, lo que se conoce como hiperfosfatemia. Las cifras normales oscilan entre 2,5 y 4,5 mg/dl. Sin embargo, en estadios 3b y posteriores de la enfermedad renal crónica pueden aparecer valores elevados de fósforo en sangre. La presencia de hiperfosfatemia en sangre está influencia por varios factores tales como la dieta rica en proteínas y/o alimentos que aportan alto contenido en fósforo (ejemplo alimentos procesados como congelados, pizzas, salsa etc), y una función renal deteriorada. Existen tratamientos indicados para controlar la hiperfosfatemia asociada a la ERC, los llamados captores de fósforo, que junto con ciertas medidas dietéticas pueden ayudar a los pacientes con esta alteración analítica a ser controlada. La hiperfosfatemia se ha identificado como un factor en sí mismo de la progresión de la ERC así como un factor de riesgo de eventos cardiovasculares. El control inadecuado de la hiperfosfatemia se ha asociado a un incremento de la mortalidad.

 

Hiperparatiroidismo asociado (secundario) a ERC.

La parathormona o PTH se fabrica en las glándulas paratiroideas, las cuales se encuentran en la cara anterior del cuello junto al tiroides. Son 4 y tienen un tamaño aproximado de una lenteja. La PTH es una hormona muy importante en la regulación de los niveles de fósforo, calcio y vitamina D. Cuando la cantidad de fósforo se eleva ligeramente en la sangre (o cuando baja la de calcio) se produce más hormona PTH. Esta actúa sobre el riñón incrementando la eliminación de fósforo en la orina y reduciendo la pérdida de calcio. En la ERC (Enfermedad Renal Crónica), existe una disminución de la vitamina D activa y un exceso de fósforo, lo que provoca un exceso de producción de PTH de forma mantenida. Este hecho hace que las glándulas paratiroideas aumenten de tamaño (hipertrofia). Esta situación se conoce como hiperparatiroidismo secundario a la ERC. El tratamiento de esta enfermedad es controlado por el nefrólogo. Se emplean análogos de la vitamina D (que beneficia al paciente por doble motivo: existe una deficiencia de dicha vitamina en la ERC y es un estímulo para frenar la sobreproducción de la PTH) en el tratamiento del hiperparatiroidismo secundario. Otro grupo de fármacos empleados en el tratamiento del hiperparatiroidismo secundario son los llamado calcimiméticos.


La información reportada en este sitio web es solo para fines informativos y no constituye consejo médico ni reemplaza el consejo de un médico. Recuerde que la toma de medicamentos siempre debe realizarse bajo la supervisión de su médico.

LAS OTRAS Aree Terapeutiche